Cameron: «A menos que tomemos decisiones difíciles, no seremos lo que fuimos»

En su discurso, el jefe del Gobierno recurrió a las raíces más conservadoras para unir a un partido marcado por las viejas rivalidades internas entre europeístas y euroescépticos al presentar su visión de un Reino Unido emprendedor, «capaz de todo» y vibrante de ideas como manera de salir de la crisis. Puso como ejemplo el éxito de los Juegos Olímpicos de Londres , en los que todas las autonomías del país, a pesar de sus respectivos espíritus nacionales, compitieron con los colores de la «Unión Jack» (azul, rojo y blanco), la bandera británica.

Y también echó por tierra las acusaciones de la oposición laborista de que los «tories» forman un partido de ricos e indiferentes al asegurar que no ha llegado a primer ministro para «defender los privilegios sino para difundirlos». «Mi misión desde que fui elegido líder [en 2005] ha sido mostrar que el Partido Conservador es para todos: norte o sur, blancos o negros, heterosexuales o gays», dijo al defender el espíritu solidario que, según él, tienen los «tories».

El Reino Unido afronta «la hora de la verdad» y grandes desafíos para salir de la crisis, dijo Cameron, que llegó al poder en 2010 tras formar un Gobierno de coalición con los liberaldemócratas con frecuentes altibajos y diferencias ideológicas.

En Birmingham Cameron habló de las medidas de recortes del gasto público aplicadas por el Gobierno desde 2010 para reducir el fuerte déficit británico, que calificó de necesarias porque el país no puede darse el lujo de endeudarse más, como proponen los laboristas. «La economía global, especialmente la eurozona, es más débil de lo que se estimaba hace dos años. Cuando algunos de nuestros grandes socios comerciales como Irlanda, España e Italia están sufriendo, nos compran menos. Esto afecta nuestro crecimiento y hace más duro pagar nuestras deudas », resaltó.

Cameron reconoció que los desafíos que hay son desalentadores pero, «a menos que actuemos, a menos que tomemos decisiones difíciles, dolorosas, a menos que mostremos determinación e imaginación, el Reino Unido no será lo que fue en el pasado», dijo.

Según explicó en su discurso, el Reino Unido se enfrenta a una situación en la que «o nada o se hunde». Pero prometió que con aspiraciones y esfuerzos el país saldrá del bache económico en el que se encuentra, al tiempo que aseguró apoyar el espíritu de empresa para los que buscan superarse.

Apeló otra vez a la unidad nacional al reiterar su oposición a la independencia de Escocia por considerar que el país está mejor unido y afirmó que no permitirá que el ministro principal de Escocia, el nacionalista Alex Salmond , «rompa» el Reino Unido.

Sobre la propuesta de Salmond, la cadena británica BBC adelantó anoche que los Ejecutivos de Reino Unido y Escocia han alcanzado ya un acuerdo para limitar la consulta a una pregunta y para reducir la edad de voto a los 16 años. Cameron confirmó que el lunes se reunirá en Edimburgo con el líder del SNP «para resolver ese referéndum sobre independencia antes del final de 2014».

«Hay muchas cosas que quiero que haga este Gobierno de coalición pero ¿qué podría importar más que salvar a nuestro Reino Unido?», se preguntó Cameron, que aseguró: «Vamos a decirlo: Somos mejores juntos y prosperaremos juntos y déjennos luchar contra ese referéndum con todo lo que tenemos», apuntó.